KULESA HORACIO

Horacio A. Kulesa
Poeta. En el año 2007, publica su primer libro: “Un miércoles para mí” poemas.


UN MIÉRCOLES PARA MÍ

Teléfonos públicos,
Veredas,
Gente cruzando,
Discos rayados que
Golpean al oído,
Los vehículos estacionados,
Otros que pasan,
Y más;
Ellas y sus carteras,
Ellos que manejan
Sin dejar rastros
De que saben hacerlo.
Van, vienen,
Y una moto
Irrumpe el silencio.
Un helado y un café,
Compañeros de mesa,
Y luces, que iluminan a
Tu sonrisa…
Tu sonrisa,
No re lo he dicho,
Lo sé,
Lo sabes,
Tu sonrisa
Es hermosa.




EN POCAS PALABRAS

Me preguntas que hago,
Solo lleno espacios de tiempo
Con pensamientos
Sin importancia
Faltos de urgencias…
En pocas palabras:
No hago nada.
Me preguntas que miro,
Observo a lo lejos
El horizonte inmenso;
Confundiéndose
Con las manchas oscuras
Entre la oscuridad…
En pocas palabras:
No miro nada.
Me preguntas que digo,
Inusualmente, solo
Alterno palabras insulsas
Sin sentido alguno,
En pocas palabras:
No digo nada.




SOLO TE PIDO

Sedúceme,
Con el fuego de tu cuerpo
Y con la luz de tu mirada
Conquístame,
Enloquéceme,
Con el color de tus pechos
Y con el sabor de tus labios
Endúlzame.
Atrápame,
Con el calor de tus brazos
Y con el aroma de tu piel
Contenme.
Provócame
Con la miel de tus palabras
Y con el verde de tus ojos
Enciérrame.
Edúcame
Con tu movimiento de caderas
Y con el contorno de tus piernas
Intímame.
Estreméceme
Con la voz de tu corazón
Y con la hoguera de tu pasión
Enciéndeme.
Enamórame
Con tus eternas locuras,
Y con lo profundo de tu corazón
Compréndeme.




DESESPERO

Duele la soledad,
Desespera,
Y más.
Duele amar,
Desespera también.
Duele esperar,
Mucho
Y desespera.
Duele llorar,
Terrible
Y desespera.
Duele olvidar
Y recordar
Desespera.
Duele odiar,
Y ser odiado
Desespera más.
Duele confiar,
Eso también
Desespera.
Duele desesperar
Y el dolor
Desespera.




UNA MADRE PERFECTA

¿Cómo hacer para entenderlo?
¿Cómo haré para cambiarlo?
Siendo tan frágil,
¿Cómo sabré cuando quiera
El pecho?
Tal vez, ya te has
Preguntado esto.
Sin dudas.
Podrás entenderlo
Porque es tu sangre
Podrás cambiarlo
Porque es tu cuerpo.
Sabrás cuando alimentarlo
Porque es tu hambre.
Te preguntarás si lo haces bien
Talvez pedirás ayuda,
Quizá temerás lastimarlo.
Pero el hecho de aceptarlo
Es hacer lo mejor de la vida;
Pedir ayuda
Será perfeccionarte
Y el temor de lastimarlo
Lo perderás cuando por
Primera vez lo tengas en brazos,
Con su primer papilla
Junto a él reirás
Y con sus primeros pasos
Creerás volar.
Aprenderás a ser mamá,
Tal vez mejor
Solo acepta éste gran regalo
Que la vida te puso enfrente
Y serás una madre perfecta
Eternamente.